Hoy os traemos una receta de sopa fría de sandía y tomate, que hemos preparado expresamente para hacer más soportable el calor extremo que está haciendo estos días.
Esta sopa de sandía y tomate es la simplicidad y el buen gusto hecho sopa. A su sencilla elaboración y su brutal sabor, acompañan su colorido primaveral y su aporte vitamínico. Es muy importante introducir frutas y verduras frescas en nuestra dieta, pero a mucha gente le cuesta. Por eso esta sopa es perfecta para hacerlo.
Tanto la sandía como el tomate son ricos en licopeno, por lo que ayudan a prevenir enfermedades cardiovasculares y a regular el colesterol. Su alto contenido en agua es otro factor muy importante a tener en cuenta en estos meses de verano en los que no debemos esperar a tener sed para hidratarnos.
- 1 kg. de sandía cortada y sin pepitas
- 4 tomates maduros (700 gr. aprox.)
- El jugo de un limón.
- Una rodaja de jengibre fresco
- Dos ramitas de menta
- Una pizca de sal
- Cortamos los tomates en taquitos y los ponemos a hervir con un poco de agua (la mitad del volumen aproximadamente). Cuando estén bien cocidos los pasaremos, junto con el jugo de la cocción, por el pasapuré o por un colador bien fino para desechar la piel y la fibra indeseada.
- Rallamos la rodaja de jengibre, picamos las hojas de menta y lo introducimos junto con el resto de los ingredientes en el vaso de la batidora (si no disponéis de batidora de vaso siempre podéis usar la batidora de pie).
- Trituraremos hasta que todos los ingredientes estén bien integrados y obtengamos una textura uniforme. Si lo deseamos, podemos pasar la sopa por el pasapurés o por un colador fino para obtener una textura más fina.