A continuación ofrecemos unas recomendaciones dietéticas para tratar la hipertrigliceridemia, la dieta es un factor importante, junto a unos hábitos de vida saludables.
El contenido calórico de la dieta influye sobre la cantidad de lípidos en la sangre, habiéndose demostrado que las dieta hipercalóricas, o altas en calorías, estimulan la producción hepática de triglicéridos y del colesterol-LDL (colesterol malo).
Asimismo se ha demostrado que las dietas hipocalóricas, o bajas en calorías, producen un descenso del colesterol y triglicéridos y provocan un aumento del colesterol-HDL (colesterol bueno).
Para disminuir los triglicéridos, es importante disminuir el aporte total de grasa, preferiblemente en un 25-30%. Ya que los ácidos grasos que forman las grasas tienen una influencia importante sobre el metabolismo de las grasas se debe indicar, con especial énfasis, el tipo de ácidos grasos que se deben ingerir para lograr beneficios.
Estos ácidos grasos naturales de importancia nutritiva se clasifican en tres tipos: la grasa saturada (la más dañina para el organismo), la grasa monoinsaturada y la grasa poliinsaturada (estas últimas son insaturadas y beneficiosas para el organismo).
La prevención y el tratamiento de los triglicéridos altos requiere de una disminución del contenido de grasas saturadas de la dieta. Todas las grasas animales, con excepción de las procedentes del pescado, son saturadas, por lo que es preferible limitar su consumo. Eliminar la piel del pollo, y consumir carne de res o cerdo muy ocasionalmente, tratando de que se consuman únicamente los cortes magros(constituidos por fibra muscular, sin grasa). También debe eliminarse de la dieta los productos lácteos elaborados con leche entera y los productos de repostería industrial que contienen grasas de origen animal. Para esto se puede optar por los lácteos desnatados, como la leche y el yogurt, y sustituir la repostería por otros alimentos bajos en grasa saturada.
En cuanto a los aceites, se tiene por única excepción los aceites de palma y coco que son ricos en grasa saturada.
Grasas insaturadas:
Grasas monoinsaturadas: El principal tipo de grasa monoinsaturada es el ácido oleico. El alimento con mayor contenido es el aceite de oliva (65-80%).Algunos estudios han comprobado que las dietas ricas en ácido oleico elevan el colesterol- HDL, y reducen la tasa de colesterol-LDL, por lo que cada vez se están utilizando más como sustituto de la grasa saturada.
Grasas poliinsaturadas: Se encuentran ampliamente distribuidos en la mayoría de los aceites vegetales utilizados en la alimentación (maíz, canola, girasol), y en los pescados (sobre todo en los azules como salmón, caballa, sardinas, pez espada). El pescado azul es muy importante debido a su gran contenido de ácidos grasos omega 3, que ayudan a controlar los triglicéridos en sangre.
En caso de tener altos los niveles de triglicéridos, los complementos de ácidos grasos omega-3 (en concreto, DHA y EPA) han demostrado beneficios en la disminución de este tipo de lípidos cuando se suman a la dieta y el ejercicio.
También es importante evitar las preparaciones culinarias excesivamente grasas como guisos, estofados, frituras y rebozados. Preferir plancha, asado, horno, papillote, vapor, hervido o escalfado.
Es un hecho conocido, que las dietas con un alto contenido de carbohidratos elevan los niveles de triglicéridos por un aumento de la síntesis de triglicéridos en el hígado. Conviene en este caso reducir la ingesta de alimentos ricos en carbohidratos simples, como el azúcar, además de consumir porciones más pequeñas de pan, arroz, pastas, patatas y otros alimentos altos en carbohidratos.
La fibra se encuentran fundamentalmente en las verduras y hortalizas (sobre todo si están crudas, como en las ensaladas), las leguminosas (alubias, lentejas, garbanzos), cereales integrales y las frutas. Se recomienda consumir al menos 30 gramos diariamente, una dieta rica en fibra ayuda a reducir los niveles de colesterol y triglicéridos en sangre.
El consumo excesivo de alcohol es una de las causas más frecuente de triglicéridos altos de causa secundaria. Es por esto que en personas con tendencia a los triglicéridos altos, se recomienda la restricción total de su consumo.
La hipertrigliceridemia es considerada un factor de riesgo importante tanto para la salud cardiovascular, como para otras patologías como diabetes, obesidad, hepatopatías, enfermedades renales, etc. Para evitar que esto ocurra, la dieta tiene un papel muy importante.