La cúrcuma es una especia originaria de la india, que se cultiva desde hace más de 4000 años. La parte principal de la planta es su raíz, generalmente la encontraremos en polvo aunque también podemos encontrar la raíz seca. Es uno de los componentes del curry y el responsable de su color amarillento, se utiliza como condimento y colorante natural.
La cúrcuma es mucho más que un simple ingrediente, en los últimos años diversos estudios destacan sus propiedades antiinflamatorias (la responsable de dichas propiedades es uno de sus componentes, la curcumina) haciendola adecuada contra el dolor de articulaciones y eficaz para mejorar la molestia de dolencias articulares, como la artrosis y la artritis.
Estudios de laboratorio han observado que es capaz de inhibir la multiplicación de las células cancerígenas e inducir su apoptosis (suicidio) en el carcer de pulmón.
Ayuda en la salud cardiovascular, las investigaciones han demostrado que reduce el colesterol y el nivel de trigliceridos en sangre de manera natural.
Es un buen protector hepático debido a que favorece la producción y secreción de bilis.
También podría ser eficar para prevenir el Alzheimer, pero también para ayudar a controlar dicha enfermedad una vez que aparece.
Desde hace miles de años la Medicina Tradicional China la ha utilizado para tratar la depresión.
Podemos utilizarla para dar color y sabor en platos de legumbres, pures, sopas, pasta o arroz y aliños para ensaladas.
Truco: para que el organismo pueda absorberla se debe hacer soluble en aceite (de oliva) y añadirle un poco de pimienta negra.