Alimentar a los niños de manera saludable y conseguir que la calidad de su dieta sea la adecuada suele ser una tarea difícil para los padres. Lo fundamental, para ello, es tener paciencia, ya que con persistencia se acaba logrando que adquieran hábitos saludables, y más, si los mayores de la casa los tienen. Además, se deben evitar ciertos errores comunes que se cometen en el intento de favorecer el crecimiento y desarrollo del niño. A continuación, comentamos 17 fallos comunes, la mayoría muy fáciles de erradicar una vez se tiene conocimiento de ellos:
1. Obligar a que el niño coma más de lo que puede. Esto puede ser contraproducente y nada recomendable, ya que se promueve, a veces, la sobrealimentación. Es importante servir porciones pequeñas y adecuadas a su edad para que esto no ocurra.
2. Premiar un buen comportamiento con golosinas y otros alimentos calóricos.
3. Castigar al niño sin comida cuando no se comporta bien.
4. Presionar demasiado para que el niño coma un determinado alimento. Es mejor animarle a que lo pruebe, pero sin insistir si éste lo rechaza.
5. Prolongar demasiado el tiempo de comida. La comida tiene un principio y un fin. Parece que media hora es un tiempo razonable para comer con tranquilidad. Prolongarlo más allá de ese período no tiene ningún sentido, aunque haya comido poco.
6. Pensar que es mejor que coma cualquier cosa, antes que quedarse sin comer. En estos casos lo que suele ocurrir, es que se le ofrece al niño alimentos de su gusto, normalmente, excesivamente calóricos o con alto contenido en azúcares.
7. Prohibir alimentos, escondiéndolos en algún lado de la casa. Está demostrado que de esta manera el niño deseará más comer esos alimentos. Lo más importante, si queremos evitar que el niño coma ciertos alimentos es no comprarlos.
8. Dar siempre lo mismo para comer. Una de las características de la alimentación infantil correcta es que sea variada, por lo que es recomendable dar a probar cosas nuevas y diferentes a los más pequeños.
9. Dejar que el niño coma viendo la televisión o jugando. De esta manera, el niño no presta atención a lo que está comiendo ni a la cantidad de alimentos ingeridos. Además, el horario de comida suele ser punto objetivo para la industria alimentaria, que emite anuncios publicitarios dirigidos al público infantil de productos no adecuados para su alimentación.
10. Ofrecer un plato alternativo a la comida del resto de la familia.
11. Dejar de preparar ciertos alimentos porque al niño no le guste. Esto hará que dejen de ver estos alimentos en casa, y nunca más se interesen en ellos.
12. No permitir que los niños entren en la cocina. Se ha estudiado que si los niños colaboran a la hora de cocinar es más fácil que coman aquello que han estado preparando.
13. Olvidar la hidratación. El niño necesita agua para hidratarse, y en muchas familias se tiende a utilizar zumos envasados y/o bebidas azucaradas.
14. Permitir el consumo diario de chucherías, bollos, bebidas gaseosas y azucaradas.
15. Ofrecer a diario platos precocinados por la falta de tiempo. Este tipo de productos no son los más indicados, ya que suelen ser platos muy condimentados y demasiado calóricos que además aportan menos nutrientes que los platos elaborados en casa.
16.No tener en cuenta la alimentación en el comedor escolar. El comedor escolar contribuye significativamente en la dieta total de la población infantil ya que la comida supone un aporte importante de energía, aproximadamente un 35%. Sin embargo, el resto de las comidas es responsabilidad de los padres, que tienen que hacer que su alimentación sea lo más variada y equilibrada posible a lo largo del día.
17. No dar importancia a las 5 comidas del día. Es imprescindible que el niño realice estas cinco comidas, lo cual contribuye a la consecución de una alimentación equilibrada y saludable evitando la sensación de hambre y desfallecimiento así como los desequilibrios alimentarios que pueden derivarse de esta sensación.