Durante el embarazo se ven aumentadas las necesidades de ciertos nutrientes tanto para la madre como para el feto y que por tanto debemos incrementar en la dieta.
Energía: durante el embarazo se engorda entre 9 y 13 kilos de peso, siendo el tercer trimestre la etapa en la que se da un mayor aumento de peso por un mayor crecimiento del feto. Para ello se deberá incrementar la dieta en unas 300 kcal al día y en vez de hacerlo a partir de alimentos ricos en grasas o de dulces, se harán entre 5 y 6 pequeñas comidas diarias.
Las necesidades de proteínas también se ven incrementadas para la síntesis de nuevos tejidos en el organismo de la madre y el feto. Normalmente nuestra alimentación es de por sí rica en proteínas, no obstante se debe hacer hincapié en los pescados, carnes, huevos, y vegetales como la soja.
El ácido fólico, normalmente se da en forma de suplementos a todas aquellas mujeres en el mismo momento en que quedan embarazadas y también a las que pretenden estarlo. De todas formas, es recomendable también potenciar el consumo de esta vitamina mediante alimentos vegetales.
Durante el embarazo también se ven incrementados los requerimientos de hierro, por lo que se deben incluir en la dieta tanto alimentos ricos en este mineral, como, carnes, huevos, pescados, legumbres, frutos secos así como acompañarlos con otros alimentos ricos en vitamina C que favorece la absorción de hierro.
El calcio es imprescindible, entre otras cosas, para la correcta mineralización de los huesos del feto; es por ello que también las necesidades de este mineral se ven aumentadas en esta etapa, necesidades que deben cubrirse principalmente a partir de un aporte extra de leche y derivados lácteos, aunque también encontramos en alimentos como las legumbres, frutos secos y las verduras de hoja verde una muy buena fuente de calcio.
También muy importante es un correcto aporte de yodo ya que su déficit durante el embarazo puede acarrear consecuencias tan graves como el bocio materno o el cretinismo en el caso del feto. Para ello se recomienda utilizar sal yodada y favorecer el consumo de algas.
Los ácidos grasos omega 3 son imprescindibles para un adecuado desarrollo cerebral y del sistema nervioso del feto, para lo cual la madre ha de potenciar el consumo de pescado, sobretodo azul.
DIETA EN EL EMBARAZO: EJEMPLO TIPO
Desayuno: una taza de leche semidesnatada con 3-4 puñados de cereales y un zumo.
Media mañana: un pequeño sándwich de pavo o queso y una manzana.
Comida: un plato de legumbres con verduritas y un filete de pescado a la plancha con ensalada; 30 gr de pan y de postre un yogurt desnatado edulcorado.
Merienda: un yogurt desnatado.
Cena: pechugas de pollo a la plancha con verdura y patatas cocidas a modo de guarnición, un yogurt desnatado.
Recena: un vasito de leche semidesnatada.
• Realizar una alimentación equilibrada.
• Consumo abundante de líquidos.
• Evitar los alimentos excesivamente especiados.
• Evitar los alimentos ricos en grasas.
• Reducir el consumo de té y café.
• Realizar entre 5-6 comidas.
• Aplicar a los alimentos cocciones suaves.
• No tomar los alimentos ni muy fríos ni extremadamente calientes.
• No pasar más de cuatro horas sin comer.