Hoy en día, que unas personas coman mejor que otras puede estar influenciado por una serie de condicionantes desde individuales, a sociales, culturales, económicos y, por supuesto, familiares. Hoy vamos a comentar el hecho de realizar las comidas en familia, a lo que siempre se ha dado gran importancia. Pero ,¿cuál es el motivo?
Por una parte, se ha demostrado que las comidas que se realizan en familia tienen una mejor calidad dietética, son más saludables, y llevan más cantidad de alimentos vegetales y menos refrescos y frituras. Así se observó en un estudio denominado «Associations between watching TV during family meals and dietary intake among adolescents», donde se estudiaron los hábitos dietéticos de cerca de 4.800 adolescentes estadounidenses de en torno a los 15 años de edad. Además, se midió la influencia de la televisión (encendida o apagada durante las comidas) y se constató que cuando la TV estaba encendida la calidad de los menús decrecía. Sin embargo, aún comer en familia pero con la TV encendida estaba asociado a una mejor calidad que cuando los jóvenes comían por su cuenta.
Por su parte, las autoras de un informe coordinado por el área de salud de The Family Watch, denominado «Nutrición: comer en familia, hacer de la rutina salud», corroboraron esa información destacando que los niños, adolescentes, adultos y mayores que suelen comer en familia siguen dietas de mayor calidad, con un menor contenido energético y una mayor densidad nutricional por la presencia de más verduras, frutas y cereales. Además, apuntan que comer de forma habitual en familia puede ser un factor preventivo del sobrepeso y la obesidad en niños y adolescentes, mejora la comunicación de la familia y ayuda a los más pequeños a tener mayor autoestima. Igualmente, puede tener un impacto positivo en el desarrollo intelectual de los niños y actuar como efecto protector frente algunos comportamientos de riesgo de la adolescencia (alcohol, drogas…)