Actualmente, son muchos los niños y adolescentes que realizan la comida en el colegio. Es en estos casos en los que los padres o personas a su cargo tienen un papel fundamental para que la alimentación de los más pequeños sea lo más equilibrada posible, debiendo preparar una cena que consiga complementar la comida comida escolar.
Normalmente, y según determina la Ley 17/2011 de Seguridad Alimentaria y Nutrición, el menú escolar mensual llega por escrito a los padres o está disponible en la página web de los colegios, lo cual es muy útil a la hora de planificar el resto de las comidas del día para que los alimentos no se repitan y la dieta sea completa y variada. Sin embargo, a veces, son las propias empresas de restauración colectiva las que ofrece a los padres algunas sugerencias para las cenas junto con el menú escolar, lo que facilita mucho las cosas en casa.
Aquí os dejamos algunos consejos para realizar una cena adecuada:
– Incluir en las cenas verduras, hidratos de carbono y proteínas, pero elegir alimentos que no hayan comido al mediodía, para lograr la máxima variedad de alimentos en la dieta. Por ejemplo, las carnes deben complementarse con pescado o huevo y viceversa, para que al final de la semana se haya consumido los diferentes grupos de alimentos.
– Suplir las carencias del menú escolar, introduciendo alimentos que son impropios de los comedores, como:
- Verduras enteras
- Pescados azules
- Huevos frescos y enteros
– Incluir como postre fruta o lácteos, teniendo en cuenta que las recomendaciones para estas edades son tomar 2 o 3 raciones al día de lácteos y 2 o 3 raciones de frutas.
– Evitar la ingesta de productos grasos y productos precocinados, como por ejemplo:
- Patatas fritas precongeladas
- Hamburguesas
- Salchichas Frankfurt
- Barritas de pescado
- Nuggets
- San jacobos
- Croquetas
- Empanadillas
– Ofrecer agua como bebida.
– Si algo no les gusta, ponerles menos cantidad y no forzar demasiado.
– Realizar la cena en familia.
– Intentar que las cenas sean siempre a la misma hora.
– Cenar temprano para evitar que se vayan a la cama nada más comer.
– Hacer las meriendas al menos 3 horas antes que la cena, evitando los snack y chucherías, que hacen que los niños lleguen con menos hambre a la cena.
Esperamos que estas recomendaciones te sean de utilidad. Y recuerda, ¡solo se necesitan unos pocos minutos para diseñar las cenas de cada semana y así conseguir que los niños estén más sanos!